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Exportaciones que hacen la diferencia: cómo el comercio impacta en la equidad de género

La equidad de género es un tema crucial en la actualidad y el impacto del comercio internacional en esta área no puede ser ignorado. Mientras que el comercio puede contribuir al desarrollo económico y a la reducción de las desigualdades de género, no es suficiente por sí solo. Los impactos del comercio internacional en la brecha de género dependen de la estructura del mercado, las instituciones y las desigualdades preexistentes.

Por ejemplo en promedio, alrededor de 1 de cada 3 puestos de trabajo asociado a las exportaciones es ocupado por una mujer en Argentina, Colombia y Perú y aunque apunta ser una buena cifra, en realidad es menor a la participación femenina en el mercado laboral general.

En Argentina, Colombia y Perú, los sectores más feminizados no coinciden con aquellos que tienen mayor inserción internacional. Las mujeres están continuamente ocupadas en sectores no transables, es decir construcción, transportes, hotelería o educación, que dependen en mayor medida del nivel de actividad interna.

Por lo tanto, un repunte del comercio mundial impacta positivamente por canales directos (a través del incremento de puestos de trabajo en los sectores transables asociados a la suba de la demanda externa) aunque de manera limitada.

Sin embargo, esto aplica en México sólo parcialmente ya que este país cuenta con una base muy amplia de exportaciones industriales, con una participación femenina elevada en relación con otras actividades productivas transables.

Estos resultados indican que la creación de empleo, producto de la recuperación del comercio mundial, tiene un impacto positivo sobre la reducción de la pobreza y la desigualdad, aunque no salda las diferencias existentes entre hombres y mujeres

Mujeres y comercio

Las siguientes cifras nos ayudan a comprender cuál es el papel del comercio global rumbo a la equidad de género considerando la recuperación económica de la pandemia, por ejemplo:

  • El empleo asociado a las exportaciones de bienes y servicios representa, en promedio, aproximadamente el 16% del empleo total. Al analizarlo por género, la proporción de empleo exportador en el total del empleo femenino es cerca para el caso de la población masculina (5% vs. 10% en la Argentina; 9% vs. 11% en Colombia; 20% vs. 23% en México, y 13% vs. 15% en Perú).
  • La participación de las mujeres en el empleo exportador total (masculino y femenino) se encuentra entre el 27% y 37%. Esta cifra es siempre menor a la participación femenina en el mercado laboral general.
  • En México, si bien las mayores tasas de feminización también se registran en los servicios, se observa una mejor situación: el sector manufacturero -que sobresale por concentrar la proporción de exportaciones más amplia con respecto a los otros sectores y también frente al ratio de la industria exportadora de los otros países- tiene una tasa de feminización del empleo exportador del 33%.
  • De hecho, detrás de comercio y servicios, el sector manufacturero en México es el que emplea a la mayor cantidad de mujeres superando incluso al servicio doméstico, de educación o salud. Entonces la participación del empleo femenino asociado a las exportaciones no se explica por la distribución sectorial del trabajo de las mujeres, sino con su menor participación en el mercado laboral en general que es generalmente menor a la de los hombres.
  • En los países estudiados, hacia 2026 la mayor demanda internacional generaría un aumento en el empleo total, pero en esta recuperación comercial existe la posibilidad de que se reproduzcan las inequidades de género ya existentes en el mercado laboral.

Acciones hacia 2026

Una mejora considerable para modificar los resultados a futuro y el cierre de la brecha de género en el comercio implica un aumento de los ingresos para las mujeres, vía mayores salarios, un incremento de la participación femenina en sectores transables ya consolidados, una mayor internacionalización de los sectores tradicionalmente feminizados, el fortalecimiento de la institucionalidad en la cuestión de género en los acuerdos comerciales, así como otras acciones de distinta índole -laboral, financiera, de trabajo de cuidados, entre otras- que complementen a la política comercial.

¿En qué sectores se prevé la creación de puestos laborales?

Los nuevos puestos laborales femeninos se crearían sobre todo en los sectores de comercio y servicios profesionales; aunque también se destacan, en menor medida, ramas vinculadas a actividades primarias e industriales.

Para 2026, en Argentina se sumarían 62,000 y 16,000 nuevos puestos en los sectores de comercio y sectores profesionales, respectivamente; en Colombia, unos 95,000 y 54,000 en cada caso, y en México 507,000 y 143,000, respectivamente. En Perú se destaca el sector comercio (con 109,000 puestos)

Aprovechar tecnologías

Más allá de los sectores orientados a la producción de bienes, hay servicios específicos con elevado potencial y capacidad de crecer e internacionalizarse, como el caso del rubro de informática, que forma parte de los Servicios Basados en el Conocimiento, que aún no cuenta con una alta participación femenina.

A través de la incorporación de la tecnología 5G en la región, el sector de software y servicios informáticos brindaría nuevas oportunidades de exportación que podrían ser aprovechadas por las mujeres si se adoptan acertadas políticas de inclusión y planes de promoción.

Leer: Nuevos servicios exportables a partir de la red 5G

Explorando los Cambios y Perspectivas

Como puede observarse, estas son algunas de las ideas que deben tenerse en cuenta para mejorar la inclusión de las mujeres en las cadenas globales de valor.

  1. Se debe impulsar el liderazgo femenino en compañías exportadoras ya que las mujeres que ocupan posiciones jerárquicas contratan más mujeres que sus pares varones.
  2. Una herramienta estratégica para mejorar la inserción de la mujer en el mercado de trabajo es fomentar el desarrollo de proveedores con perspectiva de género, teniendo en consideración la feminización de la fuerza laboral de esas compañías.
  3. Adoptar una perspectiva de género en el diseño de políticas comerciales. En lo que respecta a las normas técnicas, por ejemplo, en ocasiones se excluye a las mujeres cuando estas regulaciones no contemplan el uso de equipos de protección específicos para ellas y toman como estándar la fisonomía del hombre.

A través de plataformas como Mujeres ConnectAmericas, el BID y ConnectAmericas buscan reducir los costos de acceso a información en materia de comercio exterior para mujeres propietarias y líderes de negocios en ALC y reducir las brechas de género en el comercio.

Esto lo hace a través de la generación de espacios de acceso a mercados, capacitaciones, asistencia técnica, y alianzas estratégicas público-privadas. Mujeres ConnectAmericas es la red de mujeres empresarias de mayor magnitud y presencia en ALC.

Fuente: Rumbo a América Latina 2026, La incidencia de las exportaciones en la equidad de género, de la División de Mercados Laborales, el Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL) del Sector de Integración y Comercio (INT) del BID.

Fuente: https://connectamericas.com/es/equidad-de-genero-mujeres-2026