UNICEF, la OCDE y el BCRA consideran que es imprescindible comenzar a temprana edad para evitar endeudamientos desmedidos y quiebras en el futuro. Qué recomiendan los expertos
Desde UNICEF hasta la OCDE pasando por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), los especialistas coinciden en que es cada vez más importante educar a los niños en materia financiera desde muy temprana edad para que puedan incorporar de manera natural conceptos como ahorro e inversión y aprendan a manejar mejor su dinero.
Según UNICEF, la educación social y financiera para la infancia (ESFI) es crucial y tiene todo un programa dedicado a ello, con el objetivo de «inspirar a los niños a ser ciudadanos social y económicamente responsables y empoderados«.
«Para lograrlo, hay que dotarles de los conocimientos necesarios que les permitan convertirse en agentes activos, capaces de transformar las comunidades en las que viven», destacan desde la agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
De acuerdo a los estándares de la ESFI, «promover la educación financiera y una cultura financiera positiva en los niños y los jóvenes es esencial para asegurar una población educada en finanzas que sea capaz de tomar decisiones con conocimiento de causa».
Por otro lado, para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la falta de educación financiera en el mundo globalizado moderno hace a los individuos y las familias más proclives al endeudamiento y la quiebra.
En esta línea, recomienda que los chicos reciban educación financiera en las escuelas así como también en las casas.
«Los niños están creciendo en un mundo cada vez más complejo en el que eventualmente necesitan hacerse cargo de su propio futuro financiero. Como adultos jóvenes deben aprender a vivir de forma independiente, necesitarán saber cómo presupuestar y tomar decisiones financieras acertadas para la vida diaria», remarcan en un documento dirigido a las escuelas del mundo.
Para la organización, los niños deben educarse para «gestionar los riesgos, ahorrar para un día lluvioso, evitar asumir deudas inmanejables y proveer para su vejez y cuidado de la salud«.
«Los productos y servicios financieros varían ampliamente y, en el caso del crédito, puede ser de fácil acceso para muchos de los jóvenes de hoy. Al mismo tiempo, estos productos y los servicios son cada vez más complicados y las opciones más difíciles. A esta complejidad se suman los desarrollos económicos y tecnológicos», advierten desde la OCDE para explicar lo imprescindible que es la educación financiera.
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En la Argentina, muchos padres entienden que la educación financiera es importante para el futuro de sus hijos pero encuentran difícil abordar la tarea.
Por ello, los especialistas aconsejan tener en cuenta al menos cuatro aspectos a la hora de acercarse a los chicos.
EMPEZAR TEMPRANO
Tanto los organismos internacionales como el BCRA recomiendan que la educación financiera comience desde que los niños van al jardín.
De acuerdo a UNICEF, las aptitudes en el manejo de los recursos financieros a una edad temprana «pueden disminuir la vulnerabilidad social y económica, lo que reduce el riesgo de la pobreza causada por la deuda«.
«La educación financiera es conveniente comenzarla a temprana edad. Las familias pueden hacerlo tomando como referencia las situaciones de la vida diaria: lo que cuestan las cosas, el trabajo de los padres, la planificación que realizan en la casa de ingresos y gastos«, destacaron desde el Banco Central ante una consulta de El Cronista.
En esta línea, para la OCDE, «la educación financiera debe comenzar en la escuela. Las personas deben ser educadas acerca de los asuntos financieros lo antes posible«.
Si bien los expertos de UNICEF reconocen que existe cierta reticencia a exponer a los niños a conceptos financieros a una edad demasiado temprana, destacan que «existen beneficios considerables al presentar la educación financiera mientras los jóvenes están todavía en un proceso de establecer sus comportamientos financieros personales».
«La investigación ha demostrado que hay una relación directa entre la edad del alumno y los cambios de comportamiento. A la luz de esto, es más probable que retenga la educación financiera que se introduce en una etapa temprana de la vida, lo que por lo tanto aumenta el conocimiento y la educación financiera», destaca la agencia de la ONU que se ocupa de la infancia.
APRENDER JUGANDO
La mejor manera de que los chicos incorporen los conceptos básicos del mundo financiero es jugando, tal es así que existen diversas opciones destinadas a los más chicos que les permiten aprender y además divertirse.
En esta línea, al ser consultados desde el BCRA remarcan: «Utilizar el juego para educar a los niños es una recomendación de UNICEF. La educación financiera también puede y debe utilizar el juego en los niños ya que la actividad lúdica potencia el aprendizaje».
Entre los juegos que recomiendan para brindar la materia mencionan los de roles, los interactivos y los de mesa.
Por el lado de los de mesa, se encuentran desde el clásico de los clásicos Monopoly pasando por Cash Flow del autor Robert Kiyosaki, autor del best seller Padre rico, padre pobre.
En tanto, de manera online en la computadora o a través de apps en los teléfonos se encuentran alternativas divertidas para que los más chicos y no tan chicos aprendan sobre dinero, restricciones presupuestarias, ahorro e inversión.
En el universo virtual hay infinidad de alternativas para que que los niños incorporen conceptos financieros. Desde los clásicos ahora renovados Sims, donde se debe aprender a manejar un presupuesto limitado e incluso ahorrar para llegar a comprar mejores cosas y cumplir objetivos, hasta uno de los juegos del momento Football Manager 2021 donde se debe lidiar con los avatares de administrar un club de futbol.
«Aprender jugando está buenísimo, hay juegos online por ejemplo sobre cómo armar un almacén, no hay que tenerles miedo, sino usarlos para educar», explicó el economista Claudio Zuchovicki, secretario general de la Federación Iberoamericana de Bolsas de Comercio.
En esta misma línea, desde su página web el BCRA ofrece juegos para compartir en familia: adivinanzas, cuentos, memotest para jugar y aprender.
EL DINERO NO ES TABÚ
Los expertos recomiendan que los niños observen de forma cotidiana el accionar de los adultos con el mundo financiero.
«La educación financiera es un tema básico de planificación familiar. Desde chicos, se les enseña lo que cuesta un caramelo», explicó Zuchovicki. .
El experto en finanzas es una de las caras visibles del programa de educación financiera que lanzaron las principales entidades especialistas en el mercado de capitales para jóvenes del secundario.
«No es solo aprender matemática financiera sino que uno toma decisiones financieras desde chiquito. Esta bueno aprender a ahorrar cuando uno es chico, me parece que educación financiera es educación de vida», agregó Zuchovicki.
En tanto, desde el Central aconsejan «tener una relación abierta con los niños y niñas sobre el uso de los medios electrónicos de pago y las situaciones de la vida cotidiana»
«Cómo se utiliza un cajero automático, cómo paga la familia, cómo se compra por internet, entre otras cuestiones, de manera de preparar a los niños y niñas para la edad adulta. Como afirma la máxima ‘…oigo y olvido, veo y recuerdo, hago y aprendo´, explicitan.
Por otro lado, desde la página del BBVA recomiendan «en este momento tan particular de aislamiento social por el COVID-19» algunas opciones para explorar con los niños y adolescentes como ingresar a la banca online y recorrer el menú de opciones, explicando qué es una caja de ahorros, una cuenta corriente o las diferencias entre tarjetas de débito y crédito.
«Con los adolescentes incluso se puede enseñarles a abonar un servicio o a renovar un plazo fijo ya sea clásico o el UVA precancelable en forma online, para que conozcan toda la operación», destacan desde la entidad.
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CONSIDERAR EL ASPECTO PSICOLÓGICO
Hay ciertas cuestiones que muchas veces no son tomadas en cuenta ni por las instituciones ni por los padres a la hora de brindar educación financiera.
En general las personas, sobre todo las que viven en América Latina, tienen una inclinación cultural hacia el consumo inmediato en desmedro del ahorro. Es por ello que es importante empezar desde temprano para cambiar estos comportamientos ya instalados que se traspasan de generación en generación.
En este sentido, desde UNICEF recalcan que «los retos que suponen los cambios en los hábitos y los comportamientos de ahorro son que, a menudo, se subestiman o incluso a veces se descuidan por completo por lo que rara vez se le da la debida importancia a la intención de ahorrar frente a los resultados del ahorro«.
Por este motivo, resaltan la importancia de los «empujoncitos», lo que ellos consideran que son eventos o acciones que modifican el comportamiento de las personas e impulsan acciones concretas que transforman buenas intenciones en cambios de comportamiento correspondientes.
«Los jóvenes suelen tener aversión psicológica a los sistemas oficiales de ahorros. Por lo tanto, estos empujoncitos les permiten superar su aversión y desarrollar la capacidad financiera que les servirá en la edad adulta«, completan desde UNICEF.