Hay proyectos en marcha que pueden cambiar la vida de las personas. Otros son menos ambiciosos pero no menos importantes porque suben la vara de la creatividad y la innovación. Aquí, ideas del futuro, hoy.
Esas son algunas de las iniciativas que ayer nomás fueron ideas y hoy son realidades tangibles, gracias al empuje innovador de emprendedores y grandes compañías. Y todas formaron parte de uno de los paneles de la sexta edición del Promesas Forbes Summit.
Juan Manuel Baruffaldi, CEO de DEEPAGRO, sorprendió al contar que la tecnología que desarrollan “vuelve inteligente la maquinaria agrícola tradicional”. Se trata de “la primera compañía del mundo que logra que la aplicación de herbicidas sea selectiva y eficiente”.
Para eso, identifican la maleza y la diferencian del cultivo. Ya trabajan con soja y maíz pero están sumando otros. “Los productores de todo el mundo invierten 37.000 millones de dólares por año en herbicidas, pero casi un 70% se desperdicia. Menos agua, menos químicos, menos impacto y menos costos son las ventajas de nuestro sistema”, detalló.
DEEPAGRO instala cámaras y computadoras sobre los equipos pulverizadores, que permiten ver en tiempo real el suelo. Todo comenzó en 2017, con algoritmos y prototipos. Dos años después, la empresa tenía su primera solución en funcionamiento.
“Al productor le llega llave en mano, pero había que romper la inercia. La clave fue ir al campo, recorrer genuinamente el país, mostrar los avances mes a mes en eventos. Los potenciales clientes se sorprendían con nuestra velocidad de avance, y hoy varias compañías internacionales dicen que el nuestro es el camino global para la revolución en el agro”, aventuró Baruffaldi.
A su lado, Rodrigo Miles, CEO & Fundador de Grupo RAPET, subrayó que la ingesta de micro y nano plásticos alcanza ya los 260 gramos por persona al año. “Es muchísimo pero no entendemos todavía bien las consecuencias en el organismo no solo del ser humano sino de todas las especies”, se alarmó.
La única respuesta hoy a este problema es reciclar botellas, y el gran desafío es subir el porcentaje que se procesa: actualmente se aplica solo al 25% de los envases plásticos en Argentina.
“La verdadera circularidad se alcanzará cuando de una botella se pueda producir otra. Pero para eso se requiere no solo una tecnología homologada sino también proveedores que puedan alimentarla”, advirtió.
El ejecutivo también reveló que la empresa está redefiniendo su propio modelo de negocio con desarrollos inéditos en el continente. “Estamos creando alambre producido 100% con botellas recicladas. El mercado para este producto es enorme, y es mucho más barato que el tradicional”, agregó.
Equipos involucrados
En la misma mesa, Mariano Amartino, Managing Director America en Microsoft for Startups, detalló que desde ese rol impulsa una plataforma para que los innovadores creen productos y crezcan a partir de rondas de financiación. El alcance es toda América latina más Estados Unidos y Canadá.
“Tenemos por un lado créditos para productos y servicios, con la ayuda tecnológica de nuestros equipos de desarrolladores e ingenieros. De ese modo ayudamos a las startups a encontrar su camino comercial. La IA está logrando una tasa de transformación digital más rápida, y abre oportunidades a las pymes para que accedan a todo esto”, indicó.
Entre las industrias que cree van a transformarse profundamente en 2024, mencionó al sector fintech y el de la biotecnología y el surgimiento de empresas que “están creando herramientas para permitir que la gente use la IA de modo mucho más simple”.
Por su parte, Hanna Schiuma, CEO y co-founder de lend2B, explicó de qué se trata su negocio. “Conectamos fondos que dan créditos cortos de trabajo para empresas con compañías que necesitan financiar a su cadena de valor, o su propia operatoria. Complementamos a la banca tradicional”, detalló.
El primer caso de uso es una empresa global, con presencia en Perú y Chile, donde ya se están testeando las funcionalidades de la plataforma.
La ejecutiva aportó un muy interesante racconto sobre experiencias pasadas que le permitieron capitalizar conocimientos. “Aprendí que construir productos sin tener testeado qué usuario los está deseando es complejo; que es importante liderar con comunicaciones internas transparentes y sinceras, y que trabajar con equipos involucrados con el problema que queremos resolver siempre es mejor”.